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Qué es EBITDA en finanzas y por qué es clave para entender la rentabilidad de una empresa
3 jul 2025

Qué es EBITDA en finanzas y por qué es clave para entender la rentabilidad de una empresa

Cuando te metes de lleno en el mundo de las finanzas empresariales, hay siglas que se repiten tanto que casi se vuelven parte del mobiliario. Una de ellas es el famoso EBITDA. Seguro que lo has visto en informes anuales, presentaciones de inversores o incluso en la valoración de negocios en venta. Pero… ¿realmente sabes qué significa, para qué sirve y cómo se interpreta?

En este artículo queremos explicártelo todo de forma clara, útil y directa, sin rodeos técnicos ni fórmulas vacías. Porque si estás pensando en invertir, comprar un negocio o simplemente quieres entender mejor la rentabilidad de una empresa, esto te interesa mucho.

Significado de EBITDA: definición clara y sencilla

¿Qué quiere decir EBITDA y de dónde proviene el término?

La palabra EBITDA viene del inglés: Earnings Before Interest, Taxes, Depreciation and Amortization. Es decir, beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones.

Vale, suena muy técnico, lo sabemos. Pero si lo traducimos a algo más tangible, el EBITDA es una forma de medir cuánto gana realmente una empresa con su actividad principal, sin tener en cuenta cómo está financiada, ni cuánto paga en impuestos o en gastos contables que no implican salida de dinero.

Es como pelar una cebolla: vas quitando capas (intereses, impuestos, etc.) hasta quedarte con el núcleo puro del negocio.

Fórmula básica del EBITDA: cómo se calcula paso a paso

Para que te hagas una idea rápida, la fórmula más sencilla sería:

EBITDA = Ingresos – Gastos operativos (sin contar amortizaciones ni depreciaciones)

Otra forma muy común de verlo en contabilidad:

EBITDA = Beneficio neto + Intereses + Impuestos + Amortizaciones + Depreciaciones

Sí, puede parecer un trabalenguas al principio, pero no te preocupes, en unos minutos lo verás todo con claridad.

¿Para qué sirve el EBITDA en el análisis financiero?

Una herramienta para medir la rentabilidad operativa

El EBITDA es muy utilizado por analistas, inversores, compradores de empresas y bancos porque ofrece una visión más limpia del rendimiento operativo de una empresa.

No importa si el negocio tiene una deuda muy alta, o si ha hecho una inversión fuerte en maquinaria que se amortiza durante años… El EBITDA se centra en cómo de rentable es el corazón del negocio, lo que produce y vende.

Ventajas de usar el EBITDA frente a otros indicadores contables

  • Neutraliza la estructura financiera: da igual si la empresa está muy endeudada o no.

  • Permite comparaciones más justas entre empresas del mismo sector.

  • Ayuda a detectar negocios con buen potencial operativo, incluso si están pasando por baches financieros.

¿Significa esto que el EBITDA es el mejor indicador de todos? No necesariamente… pero sí es uno de los más prácticos.

Diferencias entre EBITDA, EBIT y beneficio neto

¿Qué incluye y qué excluye cada uno?

Aquí viene una de las confusiones más habituales. Vamos por partes:

  • EBITDA: no incluye intereses, impuestos, depreciaciones ni amortizaciones.

  • EBIT (o beneficio operativo): incluye las depreciaciones y amortizaciones, pero no los intereses ni impuestos.

  • Beneficio neto: es el resultado final, tras restar todos los gastos, impuestos, intereses, etc.

Es decir, el EBITDA es como la versión más limpia y operativa del beneficio, sin tener en cuenta nada externo o financiero.

Casos prácticos: cómo se interpretan en los informes financieros

Imagina una empresa con un EBITDA positivo, pero un beneficio neto negativo. ¿Qué puede estar pasando?

  • Puede que tenga muchas deudas y pague muchos intereses.

  • O quizás tenga una carga fiscal alta.

  • O esté invirtiendo mucho en activos que generan grandes amortizaciones.

¿Quiere decir que está en ruinas? No necesariamente. Por eso es importante mirar todos los indicadores juntos y no quedarse solo con uno.

Limitaciones del EBITDA: cuándo no es tan fiable

Manipulación contable y visión parcial de la realidad

Aquí viene la parte delicada. Porque sí, el EBITDA también puede engañar. Al excluir ciertos gastos, puede dar una imagen demasiado optimista de un negocio.

Por ejemplo:

  • Una empresa con una deuda enorme puede parecer rentable por EBITDA, pero estar al borde del colapso por impagos.

  • O una que invierte mucho y tiene amortizaciones altas puede parecer más sólida de lo que es.

¿Moraleja? El EBITDA es útil, pero no lo tomes como la verdad absoluta.

Sectores donde el EBITDA puede resultar engañoso

En sectores con alta inversión en activos fijos (como industria pesada, transporte o energía), las amortizaciones son una parte clave del gasto real. Ignorarlas puede ser peligroso.

Tampoco tiene mucho sentido usarlo en empresas pequeñas o en fases iniciales donde los gastos financieros tienen un peso enorme en la viabilidad.

Cómo interpretar el EBITDA de una empresa: consejos útiles

¿Qué se considera un “buen” EBITDA?

Depende del sector, del tamaño y del momento que esté viviendo la empresa. Pero en general, un EBITDA positivo, creciente y con buen margen sobre las ventas es una señal de que el negocio funciona.

También puedes mirar el margen EBITDA (EBITDA / Ventas), que te dice qué porcentaje de cada euro que entra se convierte en beneficio operativo.

Comparativas sectoriales y evolución en el tiempo

Aquí viene una buena práctica: no mires el EBITDA de una empresa aislada. Compáralo.

  • Con su competencia directa.

  • Con sus resultados del año anterior.

  • Con los objetivos internos que se haya marcado.

Eso sí, asegúrate de que todas las comparaciones usan la misma fórmula, porque a veces las empresas maquillan un poco las cifras.

Ejemplo práctico: cálculo e interpretación del EBITDA paso a paso

Supuestos reales para entender su utilidad

Imagina esta empresa ficticia:

  • Ingresos: 1.000.000 €

  • Costes operativos (sin amortizaciones): 600.000 €

  • Amortización y depreciación: 100.000 €

  • Intereses: 50.000 €

  • Impuestos: 30.000 €

  • Beneficio neto: 220.000 €

EBITDA = 1.000.000 - 600.000 = 400.000 €

O usando la otra fórmula:

EBITDA = 220.000 + 30.000 + 50.000 + 100.000 = 400.000 €

Fácil, ¿no?

Cómo presentarlo en una hoja de análisis financiero

En los informes, se suele mostrar así:

EBITDA: 400.000 €
EBITDA / Ingresos: 40 %
Variación vs año anterior: +8 %

Esto ya te da una fotografía bastante clara del negocio. Y si estás pensando en comprar o vender una empresa, es una métrica que nunca debe faltar en tu análisis.

Conclusión: lo que debes recordar sobre el EBITDA y su papel en las finanzas

El EBITDA no es perfecto, pero es muy útil. Te permite ver cómo de eficiente es una empresa en su día a día, sin contaminar los números con gastos financieros, amortizaciones o impuestos.

Eso sí, no lo mires de forma aislada. Úsalo como parte de un análisis más completo, con EBIT, beneficio neto, deuda, liquidez, etc.

Y si estás pensando en invertir o adquirir un negocio en funcionamiento en España, lo más sensato es hacerlo con acompañamiento profesional. En Business in Spain podemos ayudarte a interpretar bien estos indicadores y a tomar decisiones acertadas.

Porque entender el EBITDA es el primer paso para ver más allá de los números.

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